“En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo” Juan 16.33
La vida no es fácil, Jesús nos advierte sobre la aflicción que vamos a tener en el mundo y cuando nos vemos frente a la derrota, al fracaso, al dolor, y nuestros sueños e ilusiones de repente se rompen, sentimos que la vida se acaba, las esperanzas se esfuman de nosotros y aunque sintamos que las condiciones no pueden ser peores, aun podemos oír la voz de Dios diciéndonos Confía, yo he puesto “otra semilla”, yo te voy a dar “nuevas cosas”.
En Estados Unidos y el mundo, con la crisis económica algunos han perdido grandes inversiones y muchos han perdido sus casas, sus trabajos, sus matrimonios; pero otros como yo han perdido seres queridos, que es una perdida incalculable e insustituible.
Confieso que aunque vivo en USA mi sueño era regresar a mi país y pasar los últimos días al cuidado de mis padres, pero fui sorprendida con la muerte repentina de ellos, y ante situaciones como esta el sentimiento de vacío y el profundo dolor que se siente son indescriptibles, y se piensa que la vida ha concluido, que todo está terminado; pero aun en los momentos más oscuros y difíciles de la vida, se puede conocer más del amor y la misericordia de Dios.
“Dios ha puesto otra Semilla para nosotros” Génesis 4:25
La expresión Dios ha “Puesto en mi otra semilla” significa “un nuevo comienzo” un nuevo sueño, una nueva casa, un nuevo ministerio, una nueva oportunidad, en mi caso Dios puso la semilla de un ministerio de consolación y apoyo, para aquellas personas que han comenzado el viaje “A través del dolor” de la perdida, cualquiera que ella sea.
Cuando atravesamos por estas pérdidas nos quedamos en el pasado, refugiándonos en nuestros propios errores y fracasos pero la vida sigue adelante, el universo no ha dejado de girar y el Altísimo ha puesto una “nueva semilla” debemos dejar ir el pasado y proseguir al futuro sin mirar atrás.
Observa que el espejo retrovisor de tu auto es muy pequeño en comparación con el vidrio delantero que es supremamente amplio. El pasado representa el espejo retrovisor, lo que queda atrás y lo que debemos dejar ir y el parabrisas grande es el futuro frente a nosotros con grandes oportunidades y opciones que nos dan una amplia panorámica. Cierre la puerta al pasado y de un paso adelante en el futuro que Dios tiene para usted y deje de mirar hacia atrás.
En los momentos difíciles, tenemos la tendencia a enterrar nuestros dones y talentos y dejamos en espera los sueños, pero esos talentos olvidados por nosotros y nunca tenidos en cuenta, y Dios los despierta, como en mi caso he encontrado en el escribir un desahogo, un propósito y una forma de sanidad.
Recuerda que Dios ha puesto en cada uno de nosotros una “nueva semilla”, siempre El nos ofrece un “nuevo comienzo” y también El hará nuevas sendas para nosotros.
“Todo vehículo tiene un parabrisas grande pero solo un espejo retrovisor relativamente pequeño”
Querido Padre Celestial, gracias por ser el Dios de segundas oportunidades y te pido que sigas edificándome para continuar consolando a todos aquellos que estén caminando “A Través del dolor”.