Cuando a traves de la oscuridad llega la luz

“Dios usara tu ceguera, para que estés cerca de Él, y en la oscuridad aprenderás a conocerle y amarle, por esto se agradecida, y nunca dejes que tu enfermedad te robe el gozo, sino permite que esto bendiga tu vida” (Palabras de la Abuela a su nieta).

Fanny aprendió a creer en su abuela Eunice desde que nació, ella le enseño y le describió las cosas de la naturaleza de una forma vivida, su primera enseñanza fue darle una hermosa rosa roja, que la sostuviera en sus manos y experimentara las espinas que clavaban sus dedos, para enseñarle sobre la bondad de la naturaleza y los peligros de ella.                                                                                                       

Cuando el padre de Fanny murió, su madre que era muy humilde decidió darle su hija al cuidado de su abuela, quien asumió la completa responsabilidad de la educación de ella y nunca dejo que su ceguera la hiciera sentir una persona imposibilitada porque su abuela se convirtió en”sus ojos” y vivía describiéndole en todo momento el mundo físico que ella no podía ver.

Fanny Crosby nació en una familia de fuerte herencia religiosa, en New York, el 24 de marzo de 1820, cuando Fanny tenía seis semanas de edad, ella desarrollo una infección en un ojo, pero un incompetente doctor aplico una pomada en sus ojos, que le destruyo completamente la vista.

La Abuela frecuentemente uso la creación para enseñarle acerca de Dios, como hablar con Dios por medio de la oración, y esto llevo a que Fanny desarrollara una extraordinaria memoria y poder de concentración.

A sus 10 años había aprendido varios Salmos y textos bíblicos de memoria, desarrollando el talento de escribir himnos, que llegaron a ser mas de 9 mil; para la iglesia contemporánea de la época, los himnos escritos con letras y versos para adoración era un nueva tendencia, entre sus himnos favoritos encontramos “comprado por sangre de Cristo”, “Dime la historia de Cristo”, “Alabad al Gran Rey”, “Cristo es guía de mi vida”, ”Dejo el mundo y sigo a Cristo”, “Santo, santo, grande eterno Dios”, “En Jesucristo”, “No te de temor”, “lejos de mi padre Dios” y “Yo podre reconocerle”, entre muchos otros.

En 1834 Fue en New York al instituto para ciegos, y estuvo 35 años allí, ella llego a ser famosa y siempre se destaco por improvisar al recitar poemas y escribir canciones, a la edad de 37 anos se caso con el amor de su vida Alexander Van Alstine, un estudiante destacado del instituto, que era considerado uno de los mejores concertistas de Piano en New York.

Cuando su único hijo murió en la infancia, su dolor y tristeza la inspiro a escribir uno de los mas hermosos himnos “Protegido en los brazos de Dios”, que ha sido de gran influencia a nivel mundial y a confortado muchos corazones en tiempos de luto y perdida del ser querido.

En toda su vida conoció Presidentes, Dirigentes políticos, Líderes Religiosos, entre los cuales estaba Moody, gran conferencista a nivel internacional que compraba los himnos de Fanny, para compartir con música el mensaje de salvación al mundo.

Fanny Crosby fue considerada como una de las personas más populares de América. Como Johan Strauss reinó en Viena como el “Rey del Vals”, John Philip en Washington como el ‘Rey de la Marcha”, ella reinó en New York como la “Reina del Himno”.

El testimonio de Fanny Crosby siempre traía lágrimas e inspiraba ternura, su mensaje siempre fue un “bálsamo de sanidad para el alma”, su ceguera fue de gran bendición no solo para ella sino para las siguientes generaciones.

Recuerde la enseñanza de la abuela sobre ‘La rosa Roja” que simboliza la hermosura y el dolor a la vez, las circunstancias difíciles que vienen a nuestra vida, nos hacen experimentar dolor que Dios usa para crear alguna cosa hermosa.

Es durante las tormentas de la vida que la fe crece, y el camino de la fe se fortalece trayendo tristeza y gozo, sufrimiento y sanidad, lagrimas y sonrisas, pruebas y triunfos, fracasos y logros, pero “Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amo”. Romanos 8.37

“Si yo tuviera que escoger, elegiría ser ciega; porque cuando yo muera el primer rostro que veré será el rostro de mi bendito Salvador Jesucristo” Palabras de Fanny Crosby